
Así, con esa contundente expresión de hartazgo no exenta de ironía y humor, es como se ha bautizado a esta nueva edición, la quinta, de Cima en Corto, celebrada el pasado día 21 en La Morada de Malasaña. Los allí presentes no sólo tuvimos la oportunidad de ver cuatro cortos tan diferentes como agudos, sino que disfrutamos de un coloquio con las autoras y actrices de estos trabajos mezcla de reivindicación y el humor más irreverente. Qué mejor momento, pues, para compartir con ellas sus inquietudes como mujeres dentro de un sector tan complejo como el audiovisual, reflejo infame de la desigualdad de toda la estructura social.
De esta forma, una genuina simbiosis de género de comedia y protesta, las creadoras invitadas a este Cima en Corto nos deleitaron con sus cuatro propuestas:
Ni una sola línea
Las rubias
Marta no viene a cenar
Por su parte, Macarena Astorga propone una nueva versión del «nunca juzgues un libro por su portada». A través de una cena que arranca con las mejores intenciones, la cineasta malacitana plantea el cuestionamiento de una amistad que, aun pareciendo inquebrantable, lleva tiempo flirteando con el desastre. Aprovechando la química entre Natalia y Celia de Molina (hermanas en la vida real), Marta no viene a cenar se erige en el clásico cortometraje-cebolla que revela sus verdaderas intenciones a medida que va desprendiéndose de sus numerosas capas. En lugar del llanto que suele provocar la manipulación de dicha hortaliza, el guion de Salva Martos recurre al sentido de humor para compensar el dramatismo objetivo de la situación y forzar alguna que otra sonrisa incómoda.
Le chat doré
A pesar de sus metafóricas formas, el corto de Nata Moreno brilla en lo conceptual y aprovecha sus seis minutos para representar el acoso y derribo de un gobierno despreocupado por la cultura y, en particular, el mundo del cine. Le chat doré utiliza los espacios claustrofóbicos de un camarote y la figura de un director de orquesta intransigente y tirano para mostrar la asfixia a la que, entre otros motivos por el irresponsable 21 % de IVA cultural, se somete al creador y, en general, todos los profesionales de esta industria. El músico libanés Ara Malikian, que compone la alegre partitura del cortometraje, encabeza un reparto estelar con nombres como Javier Cámara, Cristina Castaño o el veterano Miguel Rellán, todos ellos parte de un trabajo con el formato del mejor cine mudo en la línea homenageadora de largos como Las vacaciones del señor Hulot (Les vacances de M. Hulot, 1953), The Artist (2011) o Blancanieves (2012).